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Menopausia: la importancia de la consulta ginecológica

Ministerio de Salud Pública Noticias de Salta Salud 18/10/2022 17:20

Durante esta etapa, la mujer experimenta cambios físicos y psicológicos y puede comenzar a desarrollar osteoporosis y enfermedad cardiovascular. La importancia de la alimentación.

Menopausia: la importancia de la consulta ginecológica

Menopausia: la importancia de la consulta ginecológica

Hoy 18 de octubre es el Día Mundial de la Menopausia. Se denomina así al cese de la actividad de los ovarios, es decir, a la falta de producción de óvulos, o el fin de la vida reproductiva femenina.

Por lo general, esto ocurre entre los 45 y los 50 años y se suele identificar después de un año sin menstruación a pesar de no estar embarazada o no tener un cuadro biológico que lo justifique, como puede ser un pólipo en el ovario.

Algunos cambios físicos que se producen en la menopausia, son: sudoración, sofocos, irritabilidad, ansiedad, aumento de la masa grasa en proporción a la muscular y aumento de peso.

En esta etapa, debido a los cambios hormonales, algunas mujeres pueden comenzar a desarrollar ciertas patologías, como osteoporosis y enfermedad cardiovascular. Por eso es importante la consulta con el especialista, para prevenir problemas futuros.

El incremento de la esperanza de vida hace que las mujeres lleguen a una edad muy avanzada y la calidad de su salud puede deteriorarse debido a los desarreglos que ocasiona la pérdida de estrógenos.

Sin embargo, el término menopausia ya no tiene el matiz negativo que solía tener hasta hace unos años. Se sabe que no es una enfermedad, sino una etapa por la que pasan todas las mujeres, como cuando pasan de la pubertad a la madurez. Algunas transitan este momento sin ninguna molestia, aunque otras tienen la necesidad de realizar algún tratamiento.

Siempre, se debe consultar con un ginecólogo, a fin de prepararse adecuadamente para disfrutar de una buena salud en el tiempo que sigue a la menopausia.

Datos importantes

Durante los primeros años de la menopausia, una mujer puede quedar embarazada. Ello es posible porque sólo existe una merma de las hormonas y ciclos irregulares, pero todavía está en estado fértil.

La disminución de estrógeno durante la menopausia puede afectar la memoria de las mujeres, haciendo que olviden, por ejemplo, dónde dejaron las cosas y qué iban a hacer.

El tiempo promedio de los síntomas, como sudores nocturnos y sofocos, es de 7 años y medio, pero este tiempo no es igual en todas las mujeres.

El cambio hormonal en esta etapa produce insomnio en las mujeres que lo padecen, aunque con el paso del tiempo se suele regular.

El 70% de las mujeres sufre de irritabilidad y mal humor, como ocurre durante el embarazo. Esto se debe a la disminución de hormonas. Se recomienda asistir al psicólogo para sobrellevar estos cambios.

Aunque es común que, con los años, tanto hombres como mujeres reduzcan su apetito sexual, durante la transición de la menopausia muchas mujeres no desean tener relaciones sexuales.

La acumulación de grasa en la zona abdominal es muy común durante la menopausia. La mejor forma de evitarlo es llevar una dieta saludable y realizar ejercicio.

Alimentación en la menopausia

Los profesionales de la nutrición recomiendan adaptar el consumo de calorías a la disminución del gasto energético, reduciendo el tamaño de las porciones y seleccionando bien los alimentos.

Algunos consejos de buena alimentación son los siguientes:

Elegir cereales y derivados del tipo integrales, por su aporte en fibra, como el arroz o las legumbres.

Consumir diversas frutas y verduras, porque aportan fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos con efectos positivos sobre la salud.

Elegir lácteos descremados como la leche, los yogures y los quesos.

Por el lado de las proteínas, se aconsejan las carnes magras, huevos y pescados azules (atún, sardinas, anchoas y salmón).

Evitar el consumo de harinas refinadas, como pan, galletitas o productos de panadería.

Para reducir el colesterol, los aceites de origen vegetal, como el de oliva, girasol o maíz, aportarán las grasas insaturadas necesarias.

Evitar el consumo de grasas de origen animal, como productos lácteos enteros, manteca, crema, embutidos.

Tomar 3 litros diarios de líquido: agua común o saborizada, caldos o infusiones.

Realizar las cuatro comidas diarias, evitando el picoteo y la pérdida de control, que lleva a ingerir más cantidad de alimentos.


Fuente: Secretaría de Prensa y Comunicación

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